17 formas de ahorrar electricidad en casa

Ahorra energia en tu casa en Canarias

Ser eficiente energéticamente en casa puede ahorrar dinero y también ayuda a poner tu granito de arena para reducir las emisiones. Por eso siempre nos preguntamos ¿cómo ahorrar energía en casa?. Todos esos electrodomésticos y bombillas pueden parecer relativamente insignificantes, pero todos suman. Ahorrar electricidad en casa ayuda a reducir la necesidad de energía de tu hogar y, a su vez, contribuye a reducir la demanda de combustibles fósiles contaminantes. Y lo que es más, también ahorrarás dinero en tus facturas de electricidad.

¿Por qué es importante la eficiencia energética en casa?

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El consumo de electricidad sigue siendo una importante preocupación medioambiental en todo el mundo. Todavía generamos la mayor parte de la electricidad consumida a partir de combustibles fósiles: petróleo, gas natural y carbón. El combustible para la electricidad generada de este modo lo obtenemos bajo la superficie del suelo, lo que suele requerir su obtención mediante perforación y minería.

Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), las centrales eléctricas de carbón fueron las que más contribuyeron al crecimiento de las emisiones en 2018. La generación de electricidad con carbón representa el 30% de las emisiones mundiales de CO2.

La electricidad es más limpia, pero el ahorro de energía sigue ayudando al medio ambiente

Cuando conservamos la energía en casa, todos podemos desempeñar un pequeño pero valioso papel para ayudar a reducir la necesidad de generar electricidad. Y por cada ahorro de energía que hacemos en el hogar, ayudamos a reducir la demanda, disminuyendo las emisiones contaminantes de CO2.

17 consejos para ahorrar energía en casa


Ahorra electricidad en casa reduciendo el uso de los electrodomésticos
Puedes ahorrar electricidad en casa reduciendo el uso de los electrodomésticos para cocinar, calentar y refrigerar, que son algunos de los más caros en términos de consumo de energía. Y lo que es mejor, con cada ahorro que hagas, reducirás el coste de tus facturas de electricidad. Por ejemplo, con sólo bajar los termostatos 1º, podrías ahorrar un 10% en la factura de la calefacción de tu casa.
Aquí tienes 17 formas de ahorrar electricidad que tú y tu familia podéis conseguir cómodamente.

Cuidado con los aparatos que consumen energía

¿Lo sabías? ¿Tus aparatos electrónicos utilizan hasta el 75% de su consumo de electricidad cuando están apagados?

Un simple recorrido por tu casa probablemente demostrará que tienes al menos varios artículos enchufados que no estás utilizando. Por ejemplo, artículos eléctricos en espera, como televisores, ordenadores y videoconsolas. Muchos de estos aparatos consumen una pequeña cantidad de electricidad mientras esperan a ser utilizados.

Apaga los aparatos cuando no los uses para ahorrar electricidad y conservar la energía
Puedes reconocer los aparatos eléctricos que consumen electricidad si tienen un ajuste de espera o una pequeña luz que brilla mientras esperan a ser utilizados. Cuando no los uses durante un tiempo, apágalos en la pared para conservar la energía.

Aunque la electricidad que consumen puede parecer poca, a la larga se acumula en la factura de la luz. Estate atento, sobre todo a los electrodomésticos más antiguos que puedan ser menos eficientes energéticamente.

Las regletas inteligentes ayudan a gestionar el uso de forma inteligente

Mientras que desenchufar y apagar los aparatos en la pared es suficiente, otra tarea en nuestros ajetreados días puede olvidarse fácilmente. Para ayudar a mantener bajo control esos aparatos que consumen mucha energía, te resultará más fácil conservarla utilizando regletas inteligentes.

Una regleta inteligente se ocupa del problema de los aparatos electrónicos que no se utilizan y que consumen energía innecesariamente. Con una regleta, puedes configurarla para que corte la electricidad a los aparatos cuando no se utilicen. Además, algunos modelos te permiten ahorrar costes de electricidad configurando temporizadores para cortar el suministro cuando estás en el trabajo o durmiendo.

Utiliza los electrodomésticos grandes juntos para reducir el consumo de energía

Aunque tu lavadora y secadora modernas pueden estar marcadas como energéticamente eficientes, incluso los electrodomésticos energéticamente eficientes siguen consumiendo mucha electricidad con cada uso.

Para conservar la electricidad en la medida de lo posible, pon en común la colada (en familia o con compañeros de piso) y haz cargas completas de una vez. Así reducirás el número de veces que acabas utilizando la lavadora cada semana. Si te sirve de ayuda, piensa en el dinero que estás tirando con cada lavado de una o dos prendas.

Lava en frío cuando puedas: ¡es igual de bueno!

Además, considera el lavado en caliente como algo opcional para cuando realmente lo necesites. No calentar el agua cada vez que lavas la ropa es una de esas formas súper fáciles de ahorrar energía. Con todas las características de las lavadoras modernas y el detergente diseñado para el lavado en frío, descubrirás rápidamente que puedes tener la ropa impecable utilizando agua fría.

Seca la ropa y la vajilla de forma natural

También puedes reducir el uso de la secadora para ahorrar energía secando la ropa al sol (si vives en una casa que lo permita, claro). Si no puedes evitar la secadora, utiliza un ajuste más bajo, aunque el secado pueda llevar más tiempo.

Si utilizas un lavavajillas, prescinde del ciclo de secado con calor secando con una servilleta. También puedes dejar la puerta del lavavajillas abierta y dejar que se seque al aire para ahorrar dinero en el ciclo de calor. Está perfectamente bien dejar que los platos se sequen al aire, serán igual de higiénicos.

Actualiza cuando llegue el momento de la eficiencia energética

Si vas a comprar un nuevo electrodoméstico, busca los modelos más recientes que ofrezcan la mejor eficiencia energética. Por ejemplo, en la UE, busca los de eficiencia energética A+++ y en EE.UU. los frigoríficos, lavadoras y otros electrodomésticos con calificación de estrella energética.

Con cada nuevo electrodoméstico energéticamente eficiente que compres, verás que tu consumo total de energía se reduce.

Instala un termostato programable para mayor comodidad y ahorro de costes

Muchas personas consumen electricidad a lo largo del día porque no quieren volver a casa con demasiado calor o demasiado frío. Con un termostato programable, uno de los aparatos de mayor eficiencia energética que puedes instalar, puedes preajustar la temperatura de tu casa en diferentes momentos del día.

Por ejemplo, puedes mantener tu casa a una temperatura determinada durante todo el día y configurar el termostato programable o inteligente para que caliente tu casa o reduzca la temperatura una hora antes de que llegues a casa.

Si tienes un calentador de agua que almacena agua caliente, también puedes utilizar un temporizador para calentarla antes de las duchas matutinas y del lavado de vajilla nocturno. Las duchas más cortas también ayudarán.

Este planteamiento ayudará a reducir la necesidad de que el aire acondicionado o la calefacción funcionen cuando no lo necesitas, consumiendo a su vez menos energía. Tu factura de la luz te lo agradecerá.

Algunos proveedores de electricidad también ofrecen electricidad más barata durante las horas de menor consumo y también pueden ofrecer la opción de tarifas de energía renovable. Calentar sólo y cuando es más barato y limpio es una de esas formas sencillas de ahorrar electricidad que es súper fácil de hacer.

Ajusta el uso de la luz

Un consejo sencillo es acordarse de apagar las luces innecesarias cuando no se usan. Para obtener mejores resultados en el ahorro de electricidad en casa, utiliza bombillas de mayor potencia y reduce el número de bombillas en cada habitación. Por ejemplo, puedes cambiar 2 ó 3 bombillas de 60 vatios instalando una de 100 vatios en una habitación.

Una de las cosas más sencillas que puedes hacer para reducir el consumo de energía es la que a veces se olvida fácilmente. Simplemente deja que entre la luz natural y evita encender las luces eléctricas durante el día. Además, la luz natural te vendrá mejor para tu entorno de trabajo desde casa. Y, por supuesto, apaga todas las luces antes de salir.

Instala bombillas de bajo consumo

Hablando de iluminación, otro gran sustituto es cambiar las luces incandescentes por una lámpara fluorescente compacta (CFL) o bombillas led. Las CFL utilizan entre un 50-80% menos de energía que las bombillas incandescentes normales.

Al principio te resultarán más caras que las bombillas normales, que consumen más energía. Pero durarán mucho más que las normales. Por eso, con el tiempo, el coste se compensa al ahorrar más energía. Las CFL son especialmente prácticas para la iluminación exterior, que puedes necesitar dejar encendida durante toda la noche.

Sube un poco la temperatura de tu nevera

La mayoría de nosotros no prestamos mucha atención a la temperatura a la que funciona nuestro frigorífico. Siempre y cuando, por supuesto, tengamos las bebidas frías y la verdura se mantenga fresca. Sin embargo, cuando se tiene en cuenta el ahorro de energía, subir la temperatura unos grados ahorra electricidad.

Con un ligero ajuste de su termostato, tu frigorífico seguirá manteniendo todo frío y fresco, mientras que este pequeño cambio se traduce en un menor uso del motor para ayudar a reducir esas facturas de energía.

Corta las fugas de aire para reducir las corrientes de aire

¿Alguna vez has tenido la sensación de que el aire caliente se cuela en tu confortable vivienda climatizada en verano? ¿O al revés, que el aire frío parece el enemigo del ahorro de energía en invierno?

Lo más probable es que tengas fugas de aire en alguna parte de tu casa. Otra de esas formas fáciles de ahorrar electricidad es simplemente tapar las fugas de aire en la casa. Fíjate en las corrientes de aire de las puertas y ventanas exteriores y repáralas o tápalas para evitar que entre aire del exterior. También puedes utilizar burletes para forrar las puertas o ventanas donde la pérdida de calor sea un problema, lo que reducirá los costes de calefacción y refrigeración.

Si tienes un sistema de HVAC, o cualquier otro de calefacción o refrigeración, ayudas a evitar que la calefacción de tu casa o tu aire acondicionado trabajen más de lo necesario. El resultado, por supuesto, es un menor consumo de electricidad.

Instala ventiladores de techo para obtener aire fresco sin enfriar

Los ventiladores de techo que hacen circular el aire caliente o frío por la habitación evitan el consumo extra de energía que supone encender el aire acondicionado para enfriar. En los climas más cálidos, el uso de ambos al mismo tiempo te ayuda a sentirte fresco, mientras que el aire acondicionado en un ajuste más bajo consume menos energía.

Usa puertas y cortinas
Calienta o enfría sólo las habitaciones que necesites. Simplemente instalando y utilizando cortinas térmicas puedes evitar la pérdida de calor hacia el exterior en las estaciones más frías.

Mientras tanto, mantén tus zonas de estar refrigeradas ajustando el aire acondicionado a una temperatura agradable. Pero tampoco demasiado frío, para reducir la necesidad de que el aire acondicionado funcione continuamente para conservar la energía. Cerrar las puertas entre las habitaciones también garantizará que tus gastos de refrigeración no acaben pagando por más habitaciones de las necesarias.

Mantén tu aislamiento para ahorrar energía

Un aislamiento dañado puede aumentar el consumo de energía, tanto en forma de calefacción como de refrigeración. Según energy.gov, el 20% de la energía consumida en una casa durante el invierno se debe a la pérdida de calor a través del ático.

Una de las formas más significativas de ahorrar a largo plazo es instalar un aislamiento adecuado en tu casa para protegerla de pérdidas de calor innecesarias durante el invierno. Y ayudar a que tu aire acondicionado no tenga que trabajar horas extras para mantenerte fresco durante el verano.

Si necesitas instalar o reparar el aislamiento de tu casa pero no puedes permitirte un contratista, hay muchos vídeos de bricolaje disponibles en Internet para guiarte en el proceso. Encontrarás materiales aislantes asequibles como la fibra de vidrio, la fibra natural, las láminas elegantes y las placas de espuma rígida de fácil acceso.

Siempre que sea posible, busca alternativas naturales que hayan tenido un menor impacto en el medio ambiente en su fabricación. Además, procura comprar productos locales para reducir el impacto del transporte como un plus de conservación de la energía. Tu próxima factura energética te lo agradecerá.

Aísla tu calentador de agua

Independientemente de si calientas el agua con gas o con electricidad, envuelve el cilindro del calentador de agua con un aislante, si lo tienes. Este sencillo paso de conservación de energía puede ahorrar hasta un 10% de los costes de calentamiento del agua en tu factura de electricidad.

Desenchufa y descongela tu congelador mensualmente
Tu congelador se beneficia de una descongelación ocasional, normalmente una vez al mes. Cuando se acumula demasiado hielo en el congelador, el sistema acaba trabajando más para conservar todo ese hielo y mantener el flujo de aire frío. Como resultado, un congelador que necesita una descongelación consume más energía y aumenta tus costes energéticos.

Cuando quieras descongelar, simplemente desenchufa el congelador y saca todos los alimentos. Deja la puerta abierta para que el proceso de descongelación sea más rápido, y luego seca el congelador. Vuelve a encenderlo y, una vez frío, vuelve a empaquetar los alimentos. Asegúrate de colocar los artículos correctamente para facilitar el flujo de aire de refrigeración y mejorar el ahorro de energía (¡para que el sistema de tu congelador no trabaje demasiado!).

¿Realmente necesitas todos esos mini-frigoríficos?

También puedes ahorrar más dinero desenchufando los mini-frigoríficos de la casa y utilizando un solo frigorífico central. Si tu conjunto de frigoríficos (nevera y congelador) es lo suficientemente grande, también puedes ahorrar electricidad deshaciéndote del gran congelador que se suele utilizar en casa.

Mantente al día en el mantenimiento para ahorrar energía

Tus electrodomésticos funcionarán más eficazmente y te ahorrarán electricidad en casa si se cuidan. Por ejemplo, cuando los filtros del aire acondicionado se obstruyen, puedes optar por subirlo más porque la temperatura normal ya no sirve de mucho, consumiendo más energía.

Cambiando el filtro (mensualmente, como se recomienda), puedes conseguir suficiente aire frío a una temperatura mínima, y notarás una reducción en tus facturas de servicios. Lo mismo ocurre con tu lavavajillas, secadora y otros electrodomésticos.

Conclusión

Recuerda que existe una conexión entre la cantidad de electricidad que utilizas y tu entorno. Tus cambios personales de conservación de la electricidad pueden parecer pequeños, pero todos suman. Además, verás que siguiendo algunos de los sencillos consejos anteriores. No necesitas salir corriendo a comprar productos de alta eficiencia energética.

Encontrarás ahorros de energía tan sencillos como prestar atención al uso en casa, aislar el calentador de agua y sustituir las bombillas incandescentes por otras de bajo consumo cuando llegue el momento. Los pequeños cambios, como apagar toda la luz antes de salir, suman. Todo ello redunda en la conservación de la energía en el hogar.

Hasta que llegue el momento en que podamos depender por completo de las fuentes de energía verde, todos podemos contribuir a nuestro esfuerzo colectivo para preservar nuestros recursos naturales y frenar el efecto del calentamiento global.

Pon en práctica algunos de nuestros consejos anteriores para ahorrar electricidad en casa y marcarás la diferencia antes de que te des cuenta. No sólo te lo agradecerá tu factura de la luz, sino que también reducirás tu huella de carbono mientras aportas tu granito de arena al medio ambiente.

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